Por Fran Brivio
Un contenido posible por Talking Drugs
El tusi, un polvo mayoritariamente rosado con aroma dulce, se ha convertido en un fenómeno intrigante en la escena de la fiesta moderna. En Proyecto Soma, donde trabajamos en la reducción de riesgos desde el 2021, hemos sido testigxs del creciente uso de esta mezcla en Lima, tanto en festivales como en fiestas más pequeñas.
Desde el inicio, su popularidad en Latinoamérica ha estado envuelta en confusiones. El nombre ‘tusi’ evoca la pronunciación en inglés de ‘2C-B’, una sustancia psicodélica que, en realidad, no tienen ninguna relación con esta. Sabemos que el tusi no es una sustancia única ni estandarizada. Es un cóctel que varía significativamente en su composición, dependiendo del proveedor, la región y, en algunos casos, del año. Este descubrimiento ha complicado aún más nuestro trabajo, ya que la mezcla, lejos de ser consistente, parece estar en constante evolución.
En un festival reciente en el que participamos, pudimos ver un cambio significativo en la composición del tusi. Mientras que anteriormente solía contener una mezcla de MDMA y ketamina, ahora también encontramos sustancias tales como MDA, catinonas, cocaína, reemplazando los ingredientes originales. Este cambio no solo altera los efectos que lxs usuarixs esperan, sino que también aumenta los riesgos, ya que podrían estar inhalando un cóctel completamente diferente al que creen. Este descubrimiento ha reforzado la necesidad de una actualización continua de nuestros métodos de análisis.
El tusi desafía los controles antidrogas en festivales
El desafío de analizar el tusi se intensifica cuando encontramos componentes inesperados como benzodiacepinas o incluso Viagra, que se detectó en el festival Estereopicnic en Colombia, en el cual participamos gracias a la organización Échele Cabeza. Estos hallazgos complican aún más la tarea de identificar los ingredientes del tusi, pues ahora debemos considerar no solo estimulantes y anestésicos, sino también depresores y medicamentos que pueden tener efectos adversos graves.
A lo largo de los años, nuestro trabajo en Soma ha revelado que el 73.3% de las muestras de tusi que analizamos no contenían las sustancias que los manuales suelen indicar. Solo el 26.7% de los casos encontramos la combinación esperada de MDMA y ketamina, lo que subraya la dificultad de identificar con precisión lo que realmente está presente en cada muestra. Este nivel de incertidumbre hace que la reducción de riesgos sea aún más crucial.

El uso de tusi está en aumento
En los últimos tres años hemos visto el consumo de esta sustancia aumentar. Cuando Proyecto Soma empezó el servicio de análisis, el tusi ocupaba el cuarto puesto entre las drogas más analizadas, pero ahora empata a la cocaína en el segundo puesto, después del MDMA, que es la sustancia más analizada.
Los servicios de reducción de riesgos y gestión del placer permiten un intercambio directo de experiencias entre quienes consumen drogas. Esta dinámica ‘de pares’ crea un espacio de aprendizaje colectivo, que no suelen ser visibles en otro tipo de organizaciones, donde el conocimiento no solo se transmite de manera más accesible, sino que también se construye a partir de las vivencias compartidas.
La prohibición de drogas durante los últimos cincuenta años no ha eliminado ni reducido su consumo; en cambio, ha expuesto a las personas usuarias al mayor riesgo: la ignorancia. En Proyecto Soma, nuestro compromiso es brindar información de calidad para que las personas puedan tomar decisiones informadas sobre su consumo. Bajo el lema «Las drogas como son», aceptamos la complejidad del mundo de las drogas en todos sus aspectos políticos, sociales, económicos y culturales, pero también reivindicamos la libertad y el bienestar de las personas.
Nuestro trabajo enfrenta desafíos significativos. Los kits colorimétricos que utilizamos en el campo son útiles para identificar la presencia de ciertas sustancias, pero no son suficientes para desglosar la complejidad de muchas sustancias y en especial ahora la del tusi. Equipos más avanzados como un FTIR o un espectrómetro de masas nos permitirían analizar con mayor precisión cada muestra y detectar los adulterantes o suplantadores. Sin embargo, estos métodos requieren un financiamiento significativo, que seguimos buscando a través de alianzas estratégicas. Sin estos recursos, nuestra capacidad para garantizar la seguridad de lxs usuarixs se ve limitada, dejando a las personas expuestas a riesgos que podrían evitarse con una mejor tecnología.
Necesitamos las herramientas para reducir los riesgos
En cada fiesta y festival, la presencia de Soma tiene un propósito claro: reducir los riesgos asociados al consumo de sustancias y proporcionar a las personas la información necesaria para mantenerse seguras. Hemos observado, como otras organizaciones de control de drogas también lo han hecho, que cuando la gente tiene acceso a información veraz, la utiliza. Este es el centro de nuestra misión: no se trata de juzgar, sino de empoderar a las personas para que tomen decisiones informadas y seguras.
El tusi seguirá siendo un enigma mientras continúe evolucionando, pero en Soma estamos comprometidxs a seguirle el rastro, a desentrañar sus misterios y a asegurar que, en un mundo donde las drogas seguirán existiendo, las personas tengan el derecho a saber qué están consumiendo. Porque la verdadera amenaza no es la droga en sí, sino la falta de conocimiento sobre ella.
Cinco consejos de reducción de riesgos:
Si te has informado sobre el tusi y has decidido probarlo, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Es fundamental ir de menos a más, darte espacio entre una toma y otra, y analizar la sustancia si es posible.
- A veces se ofrece como «cocaína rosada». No lo es. La dosis debe ser menor, ya que no se compara con la de la cocaína.
- Si se toma más, es importante esperar entre 40 y 50 minutos entre una dosis y otra, ya que las distintas sustancias en el tusi tienen duraciones variables.
- Dado que ya es una mezcla, no se debería combinar con más sustancias. Y debido a la presencia de ketamina, su ingesta con alcohol potencia los riesgos asociados a los depresores.
- Infórmate sobre los riesgos asociados a la ketamina, el MDMA y la cafeína.
Conoce más sobre el tusi aquí:

Este contenido ha sido posible gracias a una alianza entre Soma y Talking Drugs, una de las pocas plataformas en línea dedicadas a brindar noticias y análisis únicos sobre políticas de drogas, reducción de daños y temas relacionados a las drogas en todo el mundo. En su web www.talkingdrugs.org se puede encontrar una versión resumida en español y en inglés de esta entervista. IG: @talking.drugs
Fran Brivio es comiembro y directora del área de reducción de riesgos y gestión de placer de Soma.

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